En 1989, después de 11 años de prisión, el presunto responsable, su nieto, fue preliberado conforme a la Ley de Normas Mínimas sobre Readaptación Social de entonces. El día de hoy goza de plena libertad, la versión pública que a la fecha manifiesta es que su abuelo (exdirector Nacional de la Industria Azucarera) fue producto de un asesinato político por eliminar subsidios a las industrias refresquera y alcoholera. Además de enfrentamientos con los cañeros.
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